Me gustaría hablar de la vida
ser ingénuo y algo superficial,
pues la soledad, la tristeza y la muerte
entonan demasiados cantos,
demasiados himnos desesperados en su equilibrada agonía,
en su belleza derrotada y derretida,
y pienso que ya está bien, vale ya, cal y arena,
cantad poetas a la vida, soñad, mentid,
alegraos de estar vivos, reíd como niños,
reíd con los niños, saltad a la comba,
poned caras raras, poned en la copa una gota de sal,
y detrás, una sonrisa.
2001
lunes, 21 de septiembre de 2009
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