CAP
Sentado en el tono quebrado de tu alma
dibujo sombras.
Mis oídos borrachos de gozo
escuchan un discurso vacío.
Sobre un trono desvencijado
Arrojas el desorden que tu sed provoca.
Y quieres volver a mi, cuando ya
nadie de ti se apiada
sabiendo del orgullo malherido
que escupes con dolor.
Ahora llega la emoción a tu corazón roto.
¡Cómo me gusta esa exaltación de tu ánimo!
Pareces otro, el tiempo fluye,
Vibra tu carne.
1999
domingo, 31 de enero de 2010
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